El diagnóstico de los TEA es dimensional, es decir, que se completa especificando algunas características (severidad, competencias verbales…) y características asociadas (trastornos genéticos asociados, discapacidad intelectual, epilepsia…).
El proceso diagnóstico en los TEA es una actividad que requiere especialización y experiencia, tanto en relación al conocimiento del autismo, como para trabajar en equipo con diferentes profesionales adscritos a distintos servicios clínicos.