¿Qué es el

TEA?

Los Trastornos del Espectro Autista, TEA (DSM-5, 2013) agrupan a un conjunto de trastornos graves del desarrollo, de origen neurobiológico y de inicio precoz, que se caracterizan por dificultades en la comunicación social y la presencia de patrones repetitivos y restringidos de comportamiento, actividades e intereses. También un alto porcentaje presenta alteraciones en el procesamiento de la información sensorial. La prevalencia de TEA ha aumentado en los últimos años, estimándose una tasa de 1 por cada 100 casos. Existe una alta prevalencia de discapacidad intelectual asociada y comorbilidad con problemas de salud mental.

Todos los TEA tienen un origen neurobiológico y se manifiestan durante los primeros 30 meses de vida. Actualmente no existe cura para los TEA. Los tratamientos educativos y los nuevos modelos de calidad de vida suponen la mejor intervención, teniendo en cuenta que todas intervenciones psicoeducativas deben combinar algunos elementos fundamentales: especialización técnica, actitud ética y empática, perseguir la individualización terapéutica en cada persona con TEA, incorporar a la familia desde el principio en la planificación y en la práctica y, por último, todas las intervenciones deben dirigirse a lograr que la persona alcance la máxima independencia y bienestar.

Indicadores tempranos

El diagnóstico de los TEA es dimensional, es decir, que se completa especificando algunas características (severidad, competencias verbales…) y características asociadas (trastornos genéticos asociados, discapacidad intelectual, epilepsia…).

El proceso diagnóstico en los TEA es una actividad que requiere especialización y experiencia, tanto en relación al conocimiento del autismo, como para trabajar en equipo con diferentes profesionales adscritos a distintos servicios clínicos.

De 0 a 13 meses

De 13 a 24 meses

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